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Antigua explotación de mineral aurífero, las minas de Rodalquilar se sitúan en el entorno del almeriense Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. La fiebre del oro en la zona comenzó a mediados del siglo XIX y se dio por concluida en la década de los sesenta del siglo XX, a pesar de un intento postrero que tuvo lugar en 1989 y finalizó aproximadamente un año más tarde. En el mismo lugar habían existido, desde mediados del siglo XV, explotaciones dedicadas a la extracción del alumbre, que posteriormente dieron paso a la del plomo argentífero y, por último, a la industria del oro. El aumento de población en la zona fue instantáneo, llegando a acercarse a los mil quinientos habitantes a mediados del siglo XX, aunque más adelante decayó y en la actualidad no se alcanzan los doscientos vecinos. Tras la finalización de la actividad minera, tanto las minas como el poblado adyacente quedaron abandonados, aunque es posible visitarlos en la actualidad junto al denominado Museo Minero. Curiosamente, se considera que la explotación del oro sería muy rentable de nuevo hoy día, pues se calcula que quedan unas tres toneladas de este material precioso sin extraer, pero la inclusión de este lugar en el parque natural anteriormente mencionado lo impide.