Prácticamente la única ciudad de Bahamas que puede considerarse como tal, Nassau es la capital del estado bahameño desde su creación en 1973. Para hacerse una idea de su representatividad, basta indicar que alberga aproximadamente el setenta por ciento de la población del país, con sus apenas doscientos cincuenta mil habitantes. Fundada en la segunda mitad del siglo XVII como Charlestown, en honor al monarca Carlos II de Inglaterra, adoptó su denominación actual a finales de ese mismo siglo, cuando la corona neerlandesa gobernaba el territorio británico de la mano de Guillermo III de Orange-Nassau. Tras ser destruida en un par de ocasiones por los españoles, debido a su condición de refugio de piratas, fue conquistada tanto por éstos como por los estadounidenses, pasando definitivamente a manos británicas a finales del siglo XVIII. En esa época su población era escasa y tan solo aumentó considerablemente a partir de la segunda mitad del siglo XX, por lo que sus edificios históricos son casi inexistentes. Sobresalen los tres fuertes que protegían la localidad, respectivamente Fort Charlotte, Fort Fincastle y Fort Montagu, este último el más antiguo de los tres. Hay que mencionar también las históricas Balcony House, que funciona como museo, y Graycliff, actualmente un hotel. Destaca también la sede del Parlamento de Bahamas, decorada con una atractiva tonalidad pastel. Entre las manifestaciones culturales que se celebran en Nassau la más destacada es el Junkanoo, especie de festival con aire carnavalesco que tiene lugar anualmente a finales del mes de diciembre.