Pasarela peatonal de algo más de ciento cincuenta metros de longitud, el denominado Ponts des Arts une las dos orillas parisinas del Sena a la altura del Instituto de Francia y el Museo del Louvre. Fue inicialmente tendido a comienzos del siglo XIX, cuando se convirtió en el primer puente metálico de Francia. Adquirió su denominación del mencionado museo, al que entonces se conocía como Palais des Arts. Contaba con nueve arcos, que se convirtieron en uno menos al unirse dos de ellos a mediados de ese mismo siglo. Tras sufrir bombardeos en ambas guerras mundiales y varias colisiones de barcos, el puente fue cerrado al tránsito a mediados de la década de los setenta del siglo XX. A finales de esa misma década, una barcaza colisionó con él y algo más de un tercio de su estructura se vino abajo. Hubo de ser desmontado entonces y reestructurado con tan solo siete arcos un lustro más tarde. A finales de la primera década del siglo XXI numerosos candados comenzaron a ser amarrados a sus barandillas debido a una moda surgida en esa época, con el peligro de derrumbe que ello suponía debido a su peso. Fueron retirados unos años más tarde y las barandillas sustituidas por paneles de vidrio.
