Desarrollado en el actual territorio asturiano entre finales del siglo VIII y comienzos del siglo X, el prerrománico asturiano es un singular estilo arquitectónico con características propias. Entre éstas hay que mencionar el uso del arco de medio punto y la bóveda de cañón, así como los ábsides rectangulares que recuerdan a la arquitectura visigoda. Entre las muestras más destacables se encuentran la iglesia de Santa María del Naranco, su vecina iglesia de San Miguel de Lillo o la también cercana iglesia de San Julián de los Prados, todas ellas en el municipio de Oviedo. Otras muestras interesantes son la Cámara Santa de la catedral de Oviedo, la iglesia de Santa Cristina de Lena, en el municipio de Pola de Lena, y la iglesia de San Salvador de Valdediós, en el concejo de Villaviciosa. También incluye elementos de arquitectura civil, como la fuente de Foncalada, construida asimismo en lo que hoy es localidad ovetense.