Seguramente las procesiones del Sábado Santo no son las más populares en Murcia, pero no por ello pierden un ápice de interés. Dos de ellas tienen lugar el mencionado día. La primera es organizada por la cofradía de la Caridad, una de las dos únicas que repiten desfile durante la Semana Santa local. En este caso, la túnica que visten sus miembros es de color negro y una sola imagen de Nuestra Señora del Rosario es sacada en procesión. Unas horas más tarde, los miembros de la cofradía del Yacente salen desde la iglesia de San Juan de Dios con una talla del Santísimo Cristo Yacente, obra de Diego de Ayala realizada en la segunda mitad del siglo XVI, y una figura anónima del siglo XVII que representa a la Virgen de la Soledad. Van ataviados con túnicas blancas y desfilan en plena oscuridad, en ausencia de cualquier sonido excepto el de la campanilla que los guía. Iniciada en la década de los ochenta del siglo XX, esta procesión es quizás la más rigurosa entre las que se celebran esos días en la capital murciana.