Unos veintitrés mil kilómetros cuadrados, superficie un diez por ciento más amplia que la provincia española más extensa, comprende la Reserva de la Biosfera Serengeti-Ngorongoro. Aproximadamente quince mil de ellos componen el mítico Serengeti, mientras que los ocho mil restantes corresponden a la denominada Zona de conservación de Ngorongoro, que incluye el cráter homónimo y lugares tan emblemáticos como la garganta de Olduvai, donde se han encontrado algunos de los restos de homínidos más antiguos que se conocen. En este espacio se encuentra la sabana más extensa y mejor conservada de África, junto a afloramientos rocosos localmente conocidos como kopjes. Inmensas llanuras se combinan con cráteres cuyos puntos más elevados superan con creces los tres mil quinientos metros de altura. Grandes mamíferos como leones, elefantes, rinocerontes, búfalos, jirafas, leopardos e hipopótamos muestran todo su poderío y conviven de manera razonable con grupos humanos dedicados fundamentalmente al pastoreo. Desde hace un tiempo, el furtivismo es un problema creciente en este ámbito.
