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Reconozco que cada año que pasa me resulta más difícil escribir, aunque como buen Tauro siga adelante erre que erre. Y, sobre todo, me cuesta un mundo hablar de sueños viajeros, ya que cada vez son menos y más irrealizables. Debido a ello, este 19 de mayo he estado a punto de tirar la toalla y abandonar el intento de poner negro sobre blanco algunas de esas ilusiones que me quedan por cumplir. Que, con el inevitable paso del tiempo, más que sueños podrían considerarse quimeras, a pesar de que aún mantenga vivo algún leve resquicio de esperanza en mi interior.

Probablemente, si ese débil rayo de esperanza llega a ponerse de manifiesto algún día lo haga en forma de pueblo con encanto. Desde siempre he sentido una irremediable atracción por este tipo de poblaciones, debido seguramente a que mi infancia transcurrió en una de ellas. A pesar de haber vivido la mayor parte de mi vida en ciudades que congregan a más de doscientos mil residentes, lo urbano nunca ha llegado a cautivarme y el rural es el medio en el que mejor me desenvuelvo. Sin lugar a dudas, en los pueblos me muevo como pez en el agua y siempre he sentido una irresistible tendencia a entrar en contacto con ellos, quizás porque me permiten volver a la niñez aunque tan solo sea por un corto periodo de tiempo.

No resulta sorprendente pues que muchos de los sueños viajeros que aún me asaltan estén relacionados de alguna manera con el medio rural. Hasta la fecha he tenido la oportunidad de visitar numerosos pueblos con encanto en diferentes países, incluido España. Y es precisamente en territorio español donde se encuentran las siguientes poblaciones, que espero poder llegar a ver algún día.

Montefrío: Ubicada al noroeste de la provincia de Granada, Montefrío es una localidad serrana que actualmente cuenta con algo más de cuatro mil residentes. Dominada por una iglesia, obra de Diego de Siloé que se sitúa en el lugar donde anteriormente existió una fortaleza musulmana, fue declarada Conjunto Histórico en 1982. Hace unos años, la revista National Geographic la consideró una de las diez poblaciones con mejores vistas del mundo.

Zuheros: También declarada Conjunto Histórico, en su caso en 2003, Zuheros se sitúa al sur de la provincia de Córdoba. La población se desarrolló alrededor de un castillo de origen musulmán, que se yergue sobre un risco en el interior del casco urbano. Actualmente cuenta con unos seiscientos treinta habitantes y muestra un caserío coherente de viviendas en cuya imagen predomina un blanco inmaculado.

Frigiliana: La provincia de Málaga alberga numerosos pueblos con encanto, de los que tan solo he podido conocer unos pocos. El primero en mi lista de prioridades entre los que me faltan sería Frigiliana, encantadora población localizada en la comarca de la Axarquía. Declarada Conjunto Histórico en 2014, cuenta con unos tres mil trescientos residentes y presume de la herencia morisca que se pone de manifiesto en sus calles estrechas y sus viviendas encaladas.

Setenil de las Bodegas: Un caso similar al de Málaga es el de la provincia de Cádiz, aunque mi experiencia con sus pueblos es algo mayor. Uno que estoy deseando visitar es Setenil de las Bodegas, curiosísima población que sobresale por sus viviendas construidas según la técnica denominada abrigo bajo rocas. Como no podía ser de otra manera, fue declarada Conjunto Histórico en 1985 y sus aproximadamente dos mil setecientos habitantes se dedican fundamentalmente a la agricultura y el turismo.

Guadalest: Abandonamos Andalucía y ponemos rumbo a la provincia de Alicante. Allí se encuentra Guadalest, población que, para no ser menos que las anteriores, está declarada Conjunto Histórico desde 1974. Apenas doscientos cincuenta habitantes viven en esta villa diminuta, enclavada en un entorno de lo más pintoresco. Destaca su castillo, construido por los musulmanes sobre un risco inaccesible y que jugó un importante papel en época medieval.

Deià: En la comarca mallorquina de la sierra de Tramontana se ubica Deià, población de unos seiscientos setenta habitantes que fue declarada Conjunto Histórico en 2001. De origen musulmán, ha sabido mantener una imagen coherente con sus viviendas realizadas en piedra. Desde hace aproximadamente medio siglo ha atraído a numerosos artistas, que encuentran la inspiración en un entorno donde se conjugan el mar y la montaña a la perfección.

Mirambel: Retornamos a la península, concretamente a la provincia de Teruel. Allí, en la comarca conocida como Maestrazgo, se encuentra Mirambel. Villa declarada Conjunto Histórico en 1980, se tienen noticias de ella al menos desde el siglo XII. Amurallada en todo su perímetro, cuenta con apenas ciento diez residentes en la actualidad y, lamentablemente, está en serio riesgo de despoblación, como lo demuestran los menos de tres habitantes por kilómetro cuadrado de su término municipal.

Alquézar: Sin salir de Aragón, nos dirigimos hacia Alquézar. Localizada en la zona central de la provincia de Huesca, fue declarada Conjunto Histórico en 1982. Aproximadamente trescientas cincuenta personas residen actualmente en la villa, donde sobresale un impresionante castillo musulmán que fue reconvertido en colegiata tras su conquista por parte cristiana. No hay que descartar su entorno, pues la población está perfectamente integrada en el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.

Bárcena Mayor: Continuamos nuestro recorrido hacia el norte y llegamos a Bárcena Mayor, pueblo perfectamente integrado en la Reserva Nacional de Caza del Saja. Esta zona interior de la provincia de Cantabria está principalmente constituida por bosques de hayas y robles, siendo esta villa el único núcleo de población en los alrededores. Compuesto por un puñado de viviendas de característica arquitectura montañesa, apenas ochenta vecinos resisten a las adversas condiciones climáticas habituales en este maravilloso lugar.

Cudillero: Mucho más poblado, aunque no por ello exento de interés, está Cudillero. Localizada en la zona oeste de la provincia de Asturias, a orillas del Cantábrico, esta villa marinera se acerca a los cinco mil residentes en la actualidad. Tradicionalmente ligada a la actividad pesquera, sus habitantes son conocidos como pixuetos, término que procede de la palabra bable pixín, que es como se denomina al rape en la zona.

Frías: Confieso que he dudado bastante antes de elegir una población en la provincia de Burgos. Y me apena haber descartado Puentedey, villa de la comarca de Las Merindades ubicada junto a un impresionante arco natural. También en Las Merindades se localiza Frías, pueblo que mantiene su estructura medieval perfectamente bien conservada. Y debo admitir que me equivoco al llamarla pueblo, puesto que, con sus apenas doscientos cincuenta habitantes, Frías es la ciudad, con título, más pequeña de España. También está declarada Conjunto Histórico, nada menos que desde 1972.

Maderuelo: Los pueblos castellanos suelen caracterizarse por un tamaño reducido y una acusada austeridad. Un buen ejemplo de ambas particularidades lo constituye Maderuelo, población situada al noreste de la provincia de Segovia. Tan solo ciento quince personas la habitan en la actualidad, lo que no impide que sea Conjunto Histórico desde 1993. Tiene la peculiaridad de que todo su flanco este se asoma al embalse de Linares del Arroyo, que fue inaugurado a mediados del siglo XX.

Peñalba de Santiago: Austero y diminuto lo es también Peñalba de Santiago, pueblo localizado al oeste de la provincia de León. Conjunto Histórico desde 2008, apenas cuenta con quince vecinos, que resisten estoicamente los rigores de la comarca del Bierzo donde se ubica. Para mí supone una espina clavada, puesto que hace unos años pasé muy cerca de allí y no pude disfrutar de su cuidada arquitectura tradicional. A ver si consigo sacármela algún día.

Miranda del Castañar: Espina clavada en mi corazón viajero lo es también Miranda del Castañar, población localizada al sur de la provincia de Salamanca. Perfectamente integrada en la comarca de la Sierra de Francia, no pude visitarla durante los días que pasé rodeado de tan maravilloso entorno. Aproximadamente cuatrocientas personas tienen fijada su residencia en este pueblo serrano, en cuyo caserío destaca su castillo y que fue declarado Conjunto Histórico en 1973.

Robledillo de Gata: Al sur de la Sierra de Francia, entre las comarcas cacereñas de Las Hurdes y la Sierra de Gata, Robledillo de Gata despliega su extraordinario conjunto de arquitectura popular en un entorno eminentemente serrano. Sus habitantes actuales no llegan a los noventa y el tradicional aislamiento del villorrio ha contribuido a preservar el conjunto, a la vez que lo ha puesto en un serio riesgo de despoblación. Como nativo de la provincia de Cáceres, no veo el momento de ir a rendirle honores antes de que esté deshabitado por completo.