Sátrapa de la antigua región histórica de Caria, situada al suroeste del actual estado de Turquía, Mausolo probablemente habría pasado desapercibido para la mayoría si no fuera por el sepulcro donde fue enterrado tras su muerte. Ocurrió ésta a mediados del siglo IV a.C. y fue entonces cuando su esposa y hermana, Artemisia II de Caria, ordenó levantar una majestuosa estructura, que en su honor se denominó Mausoleo. Situado en la ciudad entonces conocida como Halicarnaso, en la actualidad Bodrum, sus dimensiones resultaban tan impresionantes y su aspecto tan espectacular que Antípatro de Sidón lo incluyó en su lista de Siete Maravillas del Mundo, y debió maravillar a quienes lo vieron hasta que fue destruido por un terremoto a comienzos del siglo XV.

A pesar de que ya se habían construido sepulcros grandiosos con anterioridad, el de Mausolo marcó un antes y un después. Desde entonces, numerosos dirigentes hasta en los más remotos confines comenzaron a edificar construcciones cada vez más espectaculares con el fin de asegurarse un exitoso tránsito a la eternidad. A lo largo de mi vida viajera he tenido oportunidad de visitar bastantes de ellas y aquí os dejo algunas de las que más me han impresionado, en orden cronológico. Espero que las disfrutéis, como seguro que lo hicieron sus moradores.

Pirámide de Keops (Egipto): Terminada aproximadamente en el año 2570 a.C., la Gran Pirámide de Keops resulta una edificación tan impresionante como desconocida. Mide cerca de ciento cincuenta metros de altura y más de doscientos treinta de lado, calculándose en casi dos millones y medio los bloques de piedra que la conforman. Parece claro que fue mandada construir por Jufu, nombre real del faraón, para servirle de eterno descanso, pero se ignora si realmente llegó a ser enterrado allí pues su momia nunca fue encontrada.

Tumba de Ciro el Grande (Irán): De aspecto similar al de los zigurats mesopotámicos, la tumba de Ciro II de Persia está datada en el siglo VI a.C. Se trata de una estructura de modestas dimensiones y aspecto humilde situada junto a la antigua localidad de Pasargada, donde el emperador aqueménida tenía su corte. Seis escalones llevan hasta la cámara mortuoria, ejerciendo además de aislamiento contra los frecuentes terremotos de la zona. Al igual que en el caso anterior, se desconoce si el monarca fue sepultado allí, aunque historiadores griegos así lo aseguran.

Castel Sant’Angelo (Italia): Aunque con el paso del tiempo ha cambiado su funcionalidad en diversas ocasiones, el edificio originalmente conocido como Mole Adrianorum fue concebido por el emperador Adriano como su mausoleo personal. Tras la muerte del monarca de origen hispano en el año 138, sus cenizas fueron depositadas en este lugar y el monumento fue dado por finalizado un año más tarde, cuando el Imperio romano ya estaba bajo el mandato de Antonino Pío.

Catedral de San Duje (Croacia): Tras dimitir de su cargo de emperador romano, Diocleciano volvió a su tierra para pasar sus últimos años y, además de edificar un fastuoso palacio, también pensó en su tránsito a la eternidad. Se hizo construir, por tanto, un mausoleo donde pudieran descansar sus restos tras su fallecimiento, acaecido en el año 311. Irónicamente, el lugar de eterno descanso de aquel gran perseguidor de cristianos fue convertido en catedral en el siglo VII y así sigue en la actualidad.

Mausoleo de Khoja Ahmed Yasawi (Kazajstán): Khoja Ahmed Yasawi fue un famoso sabio sufí que vivió en la primera mitad del siglo XII. Más de dos siglos después de su fallecimiento, el mítico Tamerlán, gran seguidor de sus enseñanzas, mandó edificar un mausoleo, de dimensiones monstruosas para la época, en sustitución del mucho más modesto que albergaba los restos de su maestro. Tras la muerte del emperador turco-mongol en 1405, el edificio quedó inconcluso, pero aun así presume de grandiosidad hoy día.

Mausoleo de Tamerlán (Uzbekistán): La construcción de este mausoleo comenzó en 1403, tras el inesperado fallecimiento del presumible heredero de Tamerlán. El propio Timur pretendía ser enterrado en su ciudad natal de Shahrisabz, pero tras su muerte un par de años más tarde hubo un cambio de planes y sus cenizas se depositaron en este lugar. Han pasado más de seiscientos años desde entonces, pero el denominado Gur-e Amir sigue constituyendo la obra maestra de la arquitectura timúrida.

Mausoleo de Seyid Yəhya Bakuvi (Azerbaiyán): Científico y filósofo en el Azerbaiyán medieval, Bakuvi fue un sabio sufí con muchos adeptos en la segunda mitad del siglo XV. Uno de ellos era el rey Khalilullah I, que lo acogió en su fastuoso palacio de los Shirvanshah donde estuvo alojado hasta su muerte, acontecida aproximadamente en 1460. Desde entonces descansa en un mausoleo construido especialmente para él en el patio del palacio.

Tōshō-gū (Japón): Santuario shintō localizado en la zona histórica de Nikkō, Tōshō-gū fue construido en la primera mitad del siglo XVII en honor de Tokugawa Ieyasu, famoso shōgun de la época. No está claro si sus restos fueron enterrados allí o en el sitio denominado Kunō-zan Tōshō-gū, donde al parecer fue originalmente sepultado, pero los fieles sintoístas creen que el espíritu de Ieyasu sigue vagando por este lugar.

Los Inválidos (Francia): Resulta bien sabido que Napoleón I falleció en la isla de Santa Elena, lugar adonde fue desterrado por los británicos en 1815. Seis años más tarde murió en ese lugar acordándose de su amada Francia y su más amada aún Josephine. Ya en 1840 sus restos mortales fueron devueltos a su patria y depositados bajo la cúpula de la edificación parisina de Los Inválidos, donde han sido visitados por varios cientos de millones de personas desde entonces.

Tumba de Stevenson (Samoa): Uno de los más grandes escritores que en el mundo han sido, el escocés Robert L. Stevenson decidió partir hacia los mares del sur en busca de mejora para su ya depauperada salud. Se estableció en Villa Vailima, hacienda situada en la isla samoana de Upolu, y allí falleció en 1894 a causa de la tuberculosis y el alcoholismo. A petición propia, sus restos fueron depositados en un humilde sepulcro situado en la cima del monte Vaea, donde, de acuerdo con su epitafio, el marinero yace en casa.

Mausoleo de Lenin (Rusia): Situado en plena Plaza Roja de Moscú, el mausoleo de Lenin fue construido tras la muerte del dirigente bolchevique en 1924. El arquitecto encargado de las obras hizo referencia a la construcción de mausoleos famosos como las pirámides o la tumba de Ciro el Grande, con el fin de dotar a la edificación de cierta grandiosidad histórica. Desde entonces, exceptuando un corto periodo a mitad del siglo XX, el cuerpo embalsamado de Vladimir Ilych Ulyanov yace allí, quizás esperando el día en que por fin sea devuelto a esa tierra que le dio vida y le sea permitido descansar en paz.

Actualización en noviembre de 2021

Tumba del profeta Daniel (Uzbekistán): No es seguro que el profeta Daniel fuera enterrado en la colina Afrosiab, situada en un barrio periférico de Samarcanda, puesto que varios otros sitios se disputan ese honor. Sin embargo, es bastante posible que este lugar fuera el elegido. Resultan sorprendentes las dimensiones del ataúd, que mide unos dieciocho metros de largo y se asegura que sigue creciendo unos centímetros al año.

Actualización en noviembre de 2022

Tumba de Sveshtari (Bulgaria): Declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, la tumba de Sveshtari se encuentra en la provincia búlgara de Razgrad. No fue descubierta hasta hace ahora cuarenta años y debió alojar a un caudillo geta, fallecido en algún momento del siglo III a.C. Un tanto anodina en su exterior, el interior ofrece una exuberante decoración, sin duda a la altura del personaje que debió acoger.

Actualización en noviembre de 2023

Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo (España): Lamentablemente poco conocido, el panteón de la Condesa de la Vega del Pozo es una magnífica edificación localizada en la ciudad española de Guadalajara. En ella fue enterrada María Diega Desmaissières, filántropa local que legó numerosos bienes a la población y sus habitantes. Su autor fue el arquitecto Ricardo Velázquez, responsable también de la construcción del Palacio de Cristal que puede verse en el madrileño Parque del Retiro.