Debía de estar aburrido, hecho bastante inusual en mí, una tarde de invierno de hace unos años cuando me puse a contar las poblaciones que había visitado hasta la fecha. Lo de contar, o recopilar, es algo enfermizo, lo sé. Pero forma parte de mi personalidad desde que era un niño y nunca he conseguido liberarme de ese yugo. El caso es que empecé a contar localidades y seguí haciéndolo hasta que semejante ejercicio llegó de alguna manera a superarme, decidiendo parar sin llegar hasta el final. Para entonces ya había superado con creces los mil doscientos elementos, cifra que, aunque seguro que no se acerca siquiera a la de los grandes viajeros, resulta muy superior a la que jamás hubiera imaginado.

Como era de esperar, he recurrido con asiduidad a poblaciones, grandes o pequeñas, para completar las listas de lugares favoritos que voy publicando en esta sección del blog. Varias de ellas se encuentran entre mis 100 lugares que hay que ver en Europa; otras conforman mis 14 pueblos castellanoleoneses con alma; una quincena entre mis 15 ciudades tentadoras en Europa Occidental; ídem en mis 15 poblaciones seductoras en Europa Oriental; una decena constituyen mis 10 capitales españolas sorprendentes; quince más mis 15 grandes ciudades inolvidables; una docena mis 12 deliciosos conjuntos de arquitectura popular; alguna que otra se cuenta entre mis 13 pretextos para emprender camino a Soria; diez más entre mis 10 recintos amurallados dignos de ser visitados; las hay que forman parte de mis 15+2 pruebas fehacientes de que Cáceres existe; otras quince constituyen mis 15 pueblos que valen el paseo en territorio europeo; doce más mis 12 ciudades coloniales que considero fundamentales; varias mis 13+1 lugares con glamour en la Costa Azul; otras están entre mis 15 motivos para viajar a Baviera; otra docena forman mis 12 poblaciones con canales que me parecen geniales; trece mis 13 localidades de genuino sabor mediterráneo; otras se encuentran entre mis 11 conjuntos históricos andaluces que mucho lucen; algunas más entre mis 11+1 lugares donde el entramado se da por sentado; once componen mis 11 extraordinarias ciudades universitarias; doce mis 12 capitales antillanas que verás de buena gana; diez más mis 10 aldeas con iglesias fortificadas que son una pasada; también las hay entre mis 20 lugares bíblicos de marcado acento místico; once más son mis 11 capitales españolas que se definen por sí solas; más de veinte forman mis 21+1 pueblos españoles que alegran los corazones; y hasta unas pocas están entre mis 12 denominaciones B.I.C. que son pero no están (aún).

Aunque resulte difícil de creer, aún hay localidades que merecen ser destacadas por diversos motivos. Varias de ellas las menciono a continuación y otras formarán parte de futuras listas, como las que ya tengo previsto dedicar a mis 15 capitales que me parecen bestiales y a mis 10 ciudades rumanas que siento cercanas. Poco a poco.

Nesebar (Bulgaria): Asentamiento griego denominado Mesembria, Nesebar pasó luego a manos romanas y bizantinas, antes de formar parte del Segundo Imperio Búlgaro. Más adelante fue conquistada por los otomanos y en su poder se mantuvo durante casi cinco siglos, hasta que se integró en Bulgaria a finales del siglo XIX. Trazas de todas estas civilizaciones pueden verse en una población donde sobresalen sus cerca de cuarenta iglesias, aunque tan solo una de ellas está abierta al culto en la actualidad.

Sigtuna (Suecia): Varias iglesias pueden verse también en Sigtuna, aunque algunas de ellas mantienen tan solo parte de sus muros. Algo menos de diez mil habitantes residen actualmente en esta población, que está considerada la ciudad más antigua de Suecia. Se conservan también aproximadamente treinta piedras rúnicas en la localidad, que alcanzan el centenar si se cuentan las ubicadas en sus alrededores.

Moulay Idriss (Marruecos): Cambiamos de continente y nos vamos a África, concretamente a Marruecos. Allí nos detenemos en la pequeña población de Moulay Idriss, que actualmente cuenta con unos trece mil habitantes. En ella se encuentra la sepultura de Idriss I, a quien se considera el fundador del estado marroquí. Numerosos peregrinos llegan hasta allí para visitar el mausoleo, a cuyo interior solo los fieles musulmanes tienen permitido el acceso.

Chichicastenango (Guatemala): Al otro lado del Océano Atlántico se encuentra Chichicastenango, tradicional población guatemalteca de unos ciento cincuenta mil habitantes. Famosa por el concurrido y colorido mercado que se celebra dos días a la semana en su plaza central, no hay que olvidarse de la iglesia de Santo Tomás, construida en el siglo XVI y en cuya escalinata de acceso se suceden extrañas ceremonias que recuerdan a tiempos precolombinos.

Masouleh (Irán): Entre las numerosas poblaciones que merecen tus atenciones en Irán, una de mis favoritas es Masouleh. Localizada en un lugar remoto al norte del país, ofrece un coherente conjunto de arquitectura popular al visitante. Sus edificaciones muestran una tonalidad ocre, exceptuando el llamativo tono verde de la cúpula de la mezquita. Tiene la particularidad de la inexistencia de calles, por lo que su interior es estrictamente peatonal.

Colonia (Estados Federados de Micronesia): Pero si te atraen las localidades remotas de verdad, te recomendaría visitar Colonia. Capital del estado micronesio de Yap, tiene unos tres mil habitantes, que en su entorno son muchos, puesto que suponen la mitad de la población estatal. Fue fundada en la segunda mitad del siglo XIX por colonos españoles, quienes le dieron el nombre que todavía ostenta.

Rimetea (Rumanía): Volvemos a Europa, concretamente al distrito rumano de Alba. Allí, en un bucólico paraje a los pies de los Montes Apuseni, la aldea de Rimetea sorprende al visitante por sus peculiares viviendas. Esta encantadora población es de origen székely y más del noventa por ciento de sus habitantes siguen conservando el húngaro como lengua materna. Toda una joya por descubrir.

Bath (Reino Unido): Infinitamente más conocida, pero no por ello menos interesante, Bath es una famosa localidad termal situada al suroeste de Inglaterra. En contra de lo que suele pensarse, las termas que le dan nombre no son de origen romano, sino celta, pero fueron los romanos quienes las aprovecharon para fundar la población junto a ellas. La mayor parte de sus edificaciones actuales muestran una imagen georgiana, puesto que fueron creadas a lo largo del siglo XVIII.

Kairouan (Túnez): Considerada la ciudad más santa del Islam en el norte de África, Kairouan se fue desarrollando a partir de la magnífica Gran Mezquita. Tras sobrevivir a diversas luchas por su control entre árabes y bereberes, así como entre sunnitas y chiitas, algo menos de doscientos mil habitantes residen actualmente en la población. Conserva una bien cuidada medina, en la que sobresale la mencionada mezquita.

Viña del Mar (Chile): No puede decirse que Viña del Mar sea una ciudad histórica o monumental, pero su encanto es indudable. Creada en el siglo XIX en un lugar donde existía un viñedo a orillas del mar, de ahí su nombre, ha crecido considerablemente desde entonces, llegando a acercarse a los trescientos cincuenta mil habitantes. Un hermoso reloj de flores da la bienvenida al visitante desde hace seis décadas.

Kaunas (Lituania): Fui a Kaunas para rendir homenaje a uno de mis jugadores de baloncesto favoritos y volví de allí convencido de que es una ciudad maravillosa. El pasado de Lituania no podría entenderse sin esta población, que incluso llegó a ser capital del país durante un tiempo. Conserva un centro histórico medieval donde sobresalen la catedral, la sede del Ayuntamiento y el castillo. Imprescindible.

Zakopane (Polonia): En plenos Montes Tatra, haciendo frontera con Eslovaquia, Zakopane es la localidad situada más al sur de Polonia. Caracterizada por sus viviendas de madera, se trata de un popular destino turístico para los locales, que se acercan hasta allí para practicar el senderismo o los deportes de invierno. Fundada en el siglo XVII, su población permanente es de unos treinta mil habitantes en la actualidad.

Sharjah (Emiratos Árabes Unidos): Seguro que has oído hablar de Dubai y de Abu Dhabi, pero ¿a que Sharjah no te suena de nada? Pues es una lástima, porque se trata de una ciudad realmente agradable. Tercera ciudad más poblada de los Emiratos Árabes Unidos, está considerada el principal centro cultural del país y cuenta nada menos que con trescientas mezquitas, entre las que destaca la espectacular Mezquita del Rey Faisal.

Nîmes (Francia): También Nîmes suele pasar desapercibida entre los múltiples viajeros que recibe Francia cada año. Algo realmente difícil de entender, puesto que sus restos romanos, especialmente el espectacular anfiteatro y el templo conocido como Maison Carrée, se encuentran entre los que en mejor estado han llegado hasta nuestros días. Debido a ello, no resulta extraño que en el país galo esta población sea conocida como la Roma francesa.

Asís (Italia): Concluimos este recorrido en una pequeña ciudad italiana, conocida fundamentalmente por ser la localidad natal de San Francisco, el fundador de la orden franciscana. Importante lugar de peregrinación debido a la basílica de San Francisco y la Porciúncula, pequeña iglesia situada en el interior de la basílica de Santa María de los Ángeles, no tengo duda alguna de que Asís merece la atención de cualquier viajero que se precie de serlo.

Actualización en diciembre de 2023

Amberes (Bélgica): Permanentemente a la sombra de Brujas y Gante, al menos turísticamente hablando, Amberes es una población que no puede decepcionar a nadie. Lo confirman puntos de interés como la magnífica catedral, iglesias como la dedicada a Santiago o la extraordinaria Casa Plantin-Moretus, que funcionó como imprenta a mediados del siglo XVI y actualmente es un museo. Por no hablar de la excelente cerveza De Koninck, toda una institución en la ciudad.