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Sede de la diócesis de Menorca desde finales del siglo XVIII, la catedral de Santa María de Ciudadela es un templo gótico cuya construcción dio comienzo en el siglo XIII. Fue edificado sobre la que fue mezquita mayor de la localidad durante la dominación musulmana, como se puede comprobar en algunos restos del minarete sobre el que se levantó el actual campanario. Al parecer, el monarca Alfonso III de Aragón ordenó erigir una iglesia en este lugar poco después de arrebatar la población a los musulmanes. Las obras se prolongaron durante varias décadas, dándose por concluidas en la segunda mitad del siglo XIV. Durante su existencia ha vivido diversas vicisitudes que la afectaron en gran medida, dándole un aspecto ligeramente diferente al de sus inicios. Así, tras ser incendiado por los turcos a mediados del siglo XVI, el edificio se vino parcialmente abajo y hubo de ser restaurado. Durante los siglos XVI y XVII se construyeron las capillas del Santísimo y de las Almas, que actualmente tienen aspecto neoclásico y barroco respectivamente. La fachada principal actual data de comienzos del siglo XIX y fue diseñada en estilo neoclásico. Por último, el interior del templo fue restaurado a finales del siglo XX, devolviéndole en parte su aspecto gótico original.