Dado que debido a diferentes razones parece que el único viaje digno de considerarse como tal que haré este 2015 será uno a mi infancia, he considerado una buena idea autorregalarme por mi aniversario una ración de sueños. Viajeros, por supuesto. Aunque siempre he disfrutado mucho de los recorridos interiores, acompañado o no de alguna sustancia que los estimule, a veces siento la necesidad de algo más tangible, de llegar a un destino que se muestre en plenitud ante mis ojos, de alcanzar un sueño que se pueda tocar. Y aunque, como escribió un famoso literato, en la inmensa mayoría de ocasiones los sueños, sueños son espero poder llegar a realizar algunos de ellos algún día.

Pero dejémonos de esas divagaciones siempre tan abundantes en este blog y vayamos al grano. A pesar de no ser nacionalista ni, por consiguiente, patriota y al contrario que muchos que se consideran grandes viajeros porque buscan paraísos lejanos, creo que soy un buen conocedor de España. A lo largo del tiempo he llegado a visitar las cincuenta provincias en las que todavía se divide el territorio español, junto a sus correspondientes capitales. También he pisado las once islas principales del país, siete canarias y cuatro baleares, junto a alguna otra menor. He disfrutado de la contemplación de la naturaleza en once de los quince parques nacionales dispersos por todo el estado y admirado un total de cuarenta y cinco entre los cincuenta bienes declarados Patrimonio Mundial con los que cuenta con fecha de 2023. Y hasta he podido visitar una de las dos ciudades autónomas que mantienen la idiosincrasia hispana en el norte de África.

A pesar de todo, y esto es lo trágico y lo grandioso de tener una afición inacabable, aún me faltan muchos lugares españoles por visitar. Entre ellos destacaría los que vienen a continuación, ésos que si los hados me son propicios espero tener delante de mis ojos algún día no demasiado lejano. Será entonces cuando incluiré sus imágenes en esta entrada junto a una breve reseña de la fecha cuando por fin llegué a alcanzar el objetivo.

Sierra de Tramontana: Así denominada debido a un viento de ese nombre que sopla en las Baleares, la sierra de Tramontana se ubica al norte de la isla de Mallorca. Alcanza su máxima altura en el Puig Major, que se acerca a los mil quinientos metros, y la mejor manera de llegar hasta ella es a bordo de un encantador tren de madera que une las localidades de Palma y Sóller.

Petroglifos de Siega Verde: Conjunto de petroglifos descubiertos hace menos de treinta años en la zona occidental de la provincia de Salamanca. Comprende unos quinientos grabados procedentes del Paleolítico Superior situados junto al río Águeda y fue declarado Patrimonio Mundial en 1998 junto al vecino Valle del Côa en Portugal.

Castillo de Burgalimar: Espectacular fortaleza omeya construida en el siglo X sobre un otero que domina la actual localidad jiennense de Baños de la Encina. Consta de quince torres, entre ellas la del Homenaje que es producto de una remodelación posterior, y se trata de la fortificación musulmana más antigua y mejor preservada entre las situadas en España.

Melilla: Ciudad autónoma española en el norte de África, Melilla extiende su apenas docena de kilómetros cuadrados sobre el denominado cabo de las Tres Forcas. Además de una fortaleza renacentista, alberga un interesante patrimonio en el que destaca un conjunto de edificaciones modernistas que superan el medio millar.

Las Médulas: Antigua explotación romana de oro a cielo abierto en la provincia de León, Las Médulas ofrece al visitante un pintoresco entorno paisajístico en la actualidad. Durante los más de doscientos años que duraron los trabajos se calcula que llegó a extraerse más de un millón y medio de kilogramos de mineral aurífero en este lugar. Fue declarada Patrimonio Mundial en 1997.

Atienza: Pequeña localidad situada en el norte de la provincia de Guadalajara, Atienza destaca por una larga historia que se remonta a tiempos de los arévacos. Poblada también en periodo visigodo, alcanzó su mayor importancia durante la Edad Media. Fue entonces cuando se construyó la mayor parte de las siete iglesias que han llegado hasta nuestros días, así como el castillo que domina la villa.

Iglesia de Santa María de Melque: Construida al parecer durante el siglo VII, la iglesia de Santa María de Melque formó parte de un recinto monástico que se desarrolló en las cercanías de Toledo, capital del reino visigodo. Ha sufrido numerosas vicisitudes a lo largo del tiempo, entre ellas la construcción de una torre, que aún se conserva en parte, a modo de cúpula, pero sigue siendo uno de los mejores ejemplos de arte altomedieval en la Península Ibérica. Nota: Lugar visitado en agosto de 2015

Estany de Sant Maurici: Localizado a casi dos mil metros de altitud en el pirineo leridano, el de San Mauricio es el más conocido entre los casi ochenta lagos que forman parte del Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici. Está situado en el fondo de un circo glacial, al pie de dos picos casi gemelos separados por una profunda garganta y que son conocidos como Los Encantados.

Las Hurdes: Comarca situada al norte de la provincia de Cáceres, Las Hurdes ha sido tradicionalmente denostada a raíz de una poco afortunada película, obra de un famoso cineasta, que la identificó con el atraso existente en España a comienzos del siglo XX. Personalmente me siento en deuda con respecto a un lugar que ha sabido conservar los valores del mundo rural como muy pocos y espero poder visitarlo muy pronto. Nota: Lugar visitado en agosto de 2015

Grutas de San José: Ubicadas en la provincia de Castellón, las conocidas como Grutas de San José están constituidas por una cavidad recorrida por una corriente de agua a lo largo de casi tres kilómetros, formando el río subterráneo navegable más largo de Europa. Aparte de realizar un trayecto en barca por él, pueden visitarse diversas salas, alguna de ellas con pinturas rupestres que prueban la presencia humana en este lugar desde el Paleolítico.

Parque Nacional de Cabañeros: A caballo entre las provincias de Toledo y Ciudad Real, Cabañeros es una de las mejores muestras de bosque mediterráneo que se conservan en España. Fue declarado Parque Nacional en 1995, hecho que evitó que se convirtiera en un campo de tiro del ejército, y alberga especies tan emblemáticas como el águila imperial ibérica, además de una elevada densidad de población de ciervos y jabalíes.

Románico del norte de Palencia: Considerada la concentración de arte románico más vasta e importante del mundo, la provincia de Palencia ofrece numerosas muestras de este estilo arquitectónico. Destaca sobremanera el norte provincial, donde pueden verse multitud de ejemplos de iglesias y ermitas, entre las que pueden verse algunas tan simbólicas como la colegiata de San Salvador en San Salvador de Cantamuda o la iglesia del monasterio de Santa María de Mave.

Playa de Rodas: Destacada hace unos años como la mejor playa del mundo por un prestigioso diario británico, la playa de Rodas se extiende a lo largo de casi un kilómetro entre dos de las islas Cíes, las denominadas islas de Monteagudo y del Faro. A sus aguas cristalinas y su arena blanca une el hecho de estar situada en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas, creado en 2002 para proteger el ecosistema y fondos marinos de su entorno.

Yacimiento de Atapuerca: Descubierto por casualidad en la segunda mitad del siglo XIX, no fue hasta el tramo final del siglo XX cuando comenzaron los hallazgos que han convertido a Atapuerca en un yacimiento paleontológico vital para el conocimiento de la especie humana. De su importancia da idea el descubrimiento del homínido más antiguo de Europa, el homo antecessor, así como del avance en el estudio de otras especies ya descubiertas con anterioridad.

Isla de Cabrera: Con unos quince kilómetros cuadrados de superficie, la isla de Cabrera es la mayor del archipiélago homónimo, un conjunto de islotes de gran valor ecológico situados al sur de Mallorca. A pesar de haber estado habitada antaño, en la actualidad no dispone de población permanente y su territorio prácticamente virgen se encuentra en el interior del Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera, protegido como tal desde 1991.