Destinado a albergar un museo dedicado a la obra del genial imaginero murciano Francisco Salzillo, el Edificio Museo Salzillo fue construido a mediados del siglo XX. Para ello se aprovechó un solar anexo a la iglesia de Jesús, quedando la edificación resultante estructuralmente unida al templo. Éste fue rehabilitado para adaptarlo a las funciones museísticas y en sus dependencias se exponen algunas de las tallas que forman parte de la colección. Desde su construcción, se han efectuado cinco reformas en el edificio, siendo la más importante la realizada en la década de los setenta del mencionado siglo. Fue entonces cuando en el lateral norte se integró la fachada plateresca del demolido Palacio Riquelme, que actualmente sirve como entrada al mismo. La portada muestra el blasón familiar flanqueado por dos tenantes de aspecto tranquilo pero fiero, simbolizando su labor como protectores de la casa solariega y sus habitantes.