Amada y odiada a partes iguales, vituperada por unos y ensalzada por otros, Madrid es la capital de España desde 1561, descontando los cinco años que van de 1601 a 1606, cuando el duque de Lerma le retiró ese privilegio. La fundación de la villa, que no ciudad, madrileña tuvo lugar en época musulmana, cuando un poblado comenzó a desarrollarse alrededor de una fortaleza construida en el siglo IX junto al río Manzanares. La población pasó a manos cristianas a finales del siglo XI y a comienzos del siglo XIII le fue otorgado su primer fuero municipal. Un siglo más tarde se reunieron por primera vez las Cortes de Castilla en la localidad, aunque sus residentes no empezaron a crecer de forma significativa hasta que el monarca Felipe II trasladó allí la Corte española.

Desde entonces, el crecimiento de la villa madrileña ha sido imparable. En la actualidad, su término municipal cuenta con una población superior a los tres millones trescientos mil habitantes, que lo llevan a ser el más populoso de España y el segundo de la UE. Su superficie es algo superior a los seiscientos kilómetros cuadrados, lo que supone una densidad de población de más de cinco mil quinientos habitantes, la mayor de España también. El PIB local supera el 12% del nacional, hecho que convierte a la villa madrileña en la auténtica locomotora económica española. Casi tres de cada cuatro entre las dos mil mayores empresas hispanas tienen su sede central en Madrid, donde también se ubican la mayor parte de los organismos oficiales a nivel estatal.

Pero no todo en la capital de España es economía. Madrid sobresale asimismo por su monumentalidad, que ha llevado al conjunto patrimonial denominado Paseo del Prado y Buen Retiro a ser declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Alberga también la villa algunos de los museos de arte más importantes del mundo. Su oferta cultural es muy variada, no en vano la población madrileña es escenario de numerosas representaciones teatrales, espectáculos deportivos y conciertos. No hay que descuidar el folklore local, centrado especialmente en el chotis pero en el que también gozan de un importante papel estilos musicales como la jota o el flamenco. Y no conviene descartar una gastronomía basada en la dieta mediterránea, con comidas tan típicas como el cocido madrileño, sin olvidar platos foráneos como el ceviche, que puede degustarse en alguno de los innumerables restaurantes distribuidos por la ciudad.

Con todos estos ingredientes, damos una vuelta por Madrid, destacando algunos de sus casi incontables puntos de interés.

Plaza del Emperador Carlos V: Si el viajero llega a la ciudad de Madrid por tren, es probable que desembarque en la estación de Atocha, que guarda una sorpresa en forma de jardín tropical en su interior. Tras abandonar el recinto ferroviario se encontrará en la plaza del Emperador Carlos V, donde sobresale el magnífico Palacio de Fomento, hoy día sede del ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. No lejos de allí se encuentra el trío formado por la Real Basílica de Nuestra Señora de Atocha, el adyacente Panteón de Hombres Ilustres y el olvidado Campanario de Atocha, casi desconocido pero que bien merece una visita.

Paseo del Prado: Junto a la plaza del Emperador Carlos V se encuentra el denominado Centro de Arte Reina Sofía, que sumando todas sus sedes es el museo más visitado de España. Con los extraordinarios Museo del Prado y Museo Thyssen-Bornemisza compone el conocido como Triángulo del Arte, que aglutina una de las mejores colecciones artísticas del mundo. Los dos últimos museos están situados casi uno frente al otro en el paseo del Prado, bulevar en el que abundan los puntos de interés. Entre otros, cabe mencionar el atractivo Jardín Vertical del CaixaForum, el valioso Real Jardín Botánico y la plaza de Cánovas del Castillo, que divide la avenida en dos partes y donde destacan los edificios del Hotel Ritz y el Hotel Palace, además de la fuente de Neptuno situada en su centro.

Parque del Retiro: Justo detrás del Museo del Prado se encuentra la popular Iglesia de los Jerónimos, probablemente el templo más interesante de Madrid. Subiendo por la calle de Felipe IV se llega al Casón del Buen Retiro, edificio donde estuvo expuesto el Guernica, quizás la obra más reconocida de Picasso, y que actualmente sirve como Centro de Estudios del Museo del Prado. Frente a su parte trasera está situado el concurrido Parque del Retiro, seguramente el parque urbano más visitado de España. Entre otros lugares de interés, alberga el extraordinario Palacio de Cristal, en la actualidad una de las sedes del Centro de Arte Reina Sofía.

Plaza de la Independencia: Saliendo del parque del Retiro por su entrada principal el viajero accede a la plaza de la Independencia, que no asombra por su monumentalidad salvo por el hecho de que en ella se encuentra la archiconocida Puerta de Alcalá. La mencionada plaza divide en dos la calle de Alcalá, una de las principales arterias del centro de la villa madrileña.

Plaza de Cibeles: Bajando por la calle de Alcalá se alcanza en escasos minutos la plaza de Cibeles, cuyo punto central lo ocupa la fuente homónima. Tres edificaciones emblemáticas la rodean: el palacio de Linares, donde se encuentra la Casa de América; la sede central del Banco de España; y el palacio de Comunicaciones, grandiosa construcción que en la actualidad sirve como Ayuntamiento de Madrid.

Gran Vía: Continuando en sentido descendente por la calle de Alcalá pronto se llega a la intersección de ésta con la icónica Gran Vía, la calle más paseada de Madrid. Justo en el punto de unión entre ambas se ubica el ecléctico Edificio Metrópolis, culminado por una estatua que representa a la Victoria Alada. Siguiendo la Gran Vía en sentido ascendente se alcanza primero la plazoleta conocida como Red de San Luis y más adelante la plaza del Callao, con su famoso neón que publicita una bebida refrescante desde hace décadas. Desde allí parte el tramo final, o inicial, según se mire, de la avenida.

Plaza de España: Al final, o el comienzo, según se vuelva a mirar, de la Gran Vía se encuentra la plaza de España, una de las más renombradas de la villa a pesar de su escasa relevancia histórica. Contribuyen a ello los imponentes Torre de Madrid y Edificio España, dos de los primeros rascacielos que se construyeron en el país. También el monumento a Cervantes y sus personajes más famosos, Don Quijote y Sancho Panza. Cerca de la plaza conviene visitar el poco conocido, pero muy interesante, Museo Cerralbo, y el curioso Templo de Debod, regalo de Egipto a España hace aproximadamente medio siglo.

Plaza de Oriente: Retornando por la calle Bailén hacia la zona más antigua de la villa madrileña, el viajero pronto se topa con la plaza de Oriente, donde sobresalen las figuras de varios monarcas españoles así como una estatua ecuestre de Felipe IV. Dos soberbias construcciones la escoltan: en su parte trasera, el Teatro Real; en la delantera, el Palacio Real. Frente a éste se encuentra la denostada Catedral de la Almudena, dedicada a la patrona local.

Plaza de la Villa: En un lateral de la catedral de la Almudena desemboca la calle Mayor, plagada de acontecimientos históricos. Recorriéndola en sentido opuesto se llega a la iglesia del Sacramento, que ejerce el papel de catedral de las Fuerzas Armadas. Algo más adelante está la plaza de la Villa, donde sobresale la conocida como Casa de la Villa, que sirvió como Ayuntamiento local durante más de tres siglos. Nos encontramos en la parte más vieja de la población, como lo prueba la denominada Torre de los Lujanes, a la que se considera el edificio más antiguo de Madrid.

Plaza Mayor: Tras tanto ajetreo, el viajero seguramente necesitará un refrigerio y uno de los mejores lugares de Madrid para ello es el renovado Mercado de San Miguel, al que se llega remontando el curso de la mencionada calle Mayor. Pegada a él está la bien conservada Plaza Mayor, compuesta por un sinfín de edificaciones históricas y presidida por otra estatua ecuestre, que en este caso representa a Felipe III. Sobresalen las magníficas Casa de la Panadería y Casa de la Carnicería, ambas de finales del siglo XVI.

Puerta del Sol: A tiro de piedra de la Plaza Mayor se halla la emblemática Puerta del Sol, seguramente la plaza más visitada de España. Su principal edificación es la denominada Real Casa de Correos, actual sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. A sus pies se encuentra el kilómetro cero, considerado el punto desde el que parten las carreteras radiales españolas. Incluye las simbólicas figuras de La Mariblanca y El Oso y El Madroño, así como una estatua ecuestre de Carlos III, monarca que fue el principal impulsor de la villa madrileña.

Bonus tracks: Desde la habitualmente concurrida Puerta del Sol se puede volver al punto de partida en la estación de Atocha siguiendo la calle de Carretas y posteriormente la calle de Atocha. Si el viajero dispone de tiempo suficiente siempre puede acercarse hasta otros lugares de interés en la capital de España, como las plazas de Colón y de Castilla; la basílica de San Miguel; la colegiata de San Isidro; la plaza de toros de las Ventas; los completísimos Museo de Ciencias Naturales y Museo Arqueológico Nacional; la extraordinaria Galería de Colecciones Reales; el interesante Planetario; el recientemente reformado Estadio Santiago Bernabéu; o la espectacular Torre de Cristal, hoy día el edificio más alto de España. En el municipio de Madrid también pueden recorrerse tramos de la Cañada Real Galiana y allí se encuentra un oasis conocido como Monte de El Pardo, que forma parte de la Reserva de la Biosfera Cuencas Altas de los Ríos Manzanares, Lozoya y Guadarrama. Como podéis ver, lo único que le falta a Madrid es playa, pero todo se andará.